Estamos en medio de la primavera. Es raro estar en estos meses. Me da la impresión de que año ha pasado volando y no hay muchos recuerdos para contar. Sin duda que no lo he aprovechado mucho, porque hay mucha gente con la que me hubiese gustado compartir y con la que no me he juntado.
Amigos, amigas, familiares, conocidos, compañeros del colegio, de la universidad. En fin, una gama de personas a las que no he llamado, a las que no he contestado los mails. Y es que últimamente he estado demasiado introvertido y distraído. A veces me están hablando y estoy pensando en cualquier otra cosa. Creo que a muchos les pasa, es una extraña sensación esa de estar en las nubes constantemente, de estar pensando pero no estar haciéndolo.
Y es que todo lo que se avecina esta pintado de negro. Retomar los estudios, la plata que necesito, la crisis económica, los problemas en la familia, mis problemas de sueño, etc. Creo que a mucha gente le pasa lo mismo. Las cosas no se ven de lo mas lindo, hay poco trabajo, los precios de las cosas suben sin parar, hay pesimismo en el ambiente, la sociedad esta corrompida, los adolescentes están desmotivados, los políticos están cada ves mas putrefactos, la guerra, la delincuencia. Al fin del día de mucha gente (a veces yo también), el balance es negativo. Números rojos al balance de la vida. Es como un otoño colectivo.