17 de octubre de 2007

Semana de mierda


La semana que se aproxima, sera literalmente una semana de mierda. Lamentablemente, esta semana también ha sido de mierda. Y el fin de semana pasado fue como las huevas. Creo que voy de mal en peor. Por lo menos, creo que mas abajo no puedo llegar. Y como guinda de la torta, hoy me entere que el próximo año no tendré crédito universitario, y que me retiraron sin razones ni explicaciones, una beca que representaba como el 75% de mis ingresos mensuales.

Solo falta que se me declare un homosexual, y que la mina que me gusta, me diga que esta enamorada de mi hermano. También se me podría romper el pantalón, o se me podría caer un completo en la camisa blanca que estoy llevando.

O quizás me podría morder un perro. O me podría enfermar del estomago, y cagarme en los pantalones. Quizás seria bueno que me cogotearan y me robaran un libro de la U, o peor aun, me podrían aprobar un crédito en UF (chiste interno).
Solo deseen me suerte, no mas palabras.

JC

10 de octubre de 2007

La vida es Bella

Tenemos problemas, a veces lloramos a escondidas. Muchas veces queremos que alguien nos abrace y nos sobe la espalda. No lo hacemos por vergüenza, o quizás para no parecer débiles. Creo que Luciano Pavarotti lo sabia, y cada interpretación suya era una caricia de amigo, un respiro. Mi canción favorita interpretada por mi ídolo.





Saludos a mis amigos: Leo, Caro, Carola, Delgado y mis viejos. Por supuesto, también a mis lectores.

Juan Carlos

8 de octubre de 2007

A un maestro

Se me habia olvidado. Recordemos a un maestro, que ya partió.




Juan Carlos

La vida misma


Hace tiempo que no escribo, así que supongo que la mayoría ya no me visita, pero a los que lo hacen, bienvenidos sean.
La sociedad siempre nos arrastra a competir. Aunque nosotros no lo queramos. Constantemente te están comparando con el resto o contigo mismo. No existe el actuar por el actuar. Todo tiene que ser o para superarte o para superar al resto. Lamentablemente esto acarrea envidias, competición desmedida, frustración, sentimiento de culpa al fallar, entre otros. Y a los únicos que lamentablemente sirve esta competencia y comparación sin razón, es a los sicólogos y gastroenterólogos que se llenan los bolsillos de dinero atendiendo casos de depresión y colon irritable.
La cosa es mas grave cuando esta competición desmedida es inculcada en el seno familiar, ya que la costumbre adquirida pasa a ser parte de nuestras creencias mas aferradas, o sea, imposible de cambiar. Nuestra sociedad esta criando una generación completa de caballos de carreras que solo corren por llegar primero, no importa donde, solo llegar primero.