Es raro, pero generalmente los niños, sobretodo los chicos me molestaban mucho. No aguantaba sus resongos, sus llantos inexplicables, sus pataletas, y todo lo que trae consigo la crianza.
No obstante (asi dice mi profe de economía, me pego la muletilla), el otro día un primo un par de años mayor que yo fue a mi casa con sus hijos. En esto me detengo, pues yo digo que esos hijos de mi primo son sobrinos mios en algún grado, y el dice que son primos mios en algún grado, en fin (si alguien sabe, por fa saquenme de la duda). Lo que pasa, es que tuvo que salir un rato con su señora, y me dejaron a cargo su hija que tiene como un año y medio.
-Cuidame a la Pía (así se llama) por fa Juan Ca, que tengo que salir al super.
-Ya po' (dije menos convencido que la cresta).
Se fueron y lo primero que hizo la Pía, fue ponerse a llorar, chucha dije. La tome, y lo primero que hizo fui mirarme fijamente, ver mi barba que seguramente es desconocida para ella, tomarla con su manito y dar un tirón a los duros pelos. Puta que me dolio. Estaba apunto de tirar chuchadas contra el mundo, cuando ella sin mas ni mas, se lanza una carcajada que me sorprendió. Chucha que le parecía gracioso tirarme los pelos de la barba, y ahí algo paso. De ser una guagua molestosa y pesada, paso a ser una personita con la que me estaba entendiendo. Fue tanto el chiste con mi barba, que terminamos los dos riendo hasta las lágrimas.
Es raro, pero me están dando unas ganas tremendas de tener hijos, de criarlos, de quererlos, de apoyarlos y ser feliz. Tenia razón mi mama cuando me decía que no me iba a dar ni cuenta cuando naciera no se de donde, un instinto paternal en mi.
Tener hijos ahora, quizás es casi imposible (estudios, etc), pero cuando los tenga, eso espero, los voy a querer y cuidar con todo. Ahora si que no me explico como hay animales (esa es justa la palabra) que maltratan a sus hijos, y los someten a presiones mas fuertes que la cresta.
En fin, llego mi primo y se impresiono al vernos a los dos cagados de la risa, y yo sobandome la cara. Se la pase, y para que vamos a andar con cosas, me dio un poco de envidia, pero un poco no más.